Jóvenes de distintas ciudades españolas comparten una parte de su tiempo con sus “abuelos adoptivos”, acompañándolos y compartiendo experiencias y cariño.
Jóvenes de distintas ciudades españolas comparten una pequeña parte de su tiempo con sus “abuelos adoptivos”, acompañándolos y compartiendo experiencias y cariño.
El objetivo de crear Adopta Un Abuelo no es sólo el de paliar las horas de soledad de nuestros mayores, sino también que se sientan escuchados, acompañados y queridos.
Uno de los mayores problemas de la vejez es la soledad. Un gesto de cariño, una sonrisa, algo que el dinero no compra pero puede ser de vital importancia para ellos.
La evaluación de los efectos que esta iniciativa tiene en los mayores ha obtenido resultados muy positivos. Tras ser adoptados, sus índices de ansiedad y depresión disminuyen, mejora su autoestima y se muestran más participativos y felices. Uno de los ejemplos que se dió en una de las residencias que participan: «Un señor pasó de estar totalmente desorientado, llegando a escaparse de la residencia y perderse, a esperar a sus nietas en recepción cada viernes a las 5 para tomarse un café con ellas».
Cuando te apuntas al programa, eliges un día para ir a la residencia, recibes una pequeña formación y ya solo queda ¡disfrutar y aprender de la sabiduría de tu nuevo abuelo/a!
La ONG Adopta un abuelo fue formada en 2014 y ya se ha expandido a 20 ciudades españolas y 27 residencias, alimentando la ilusión de 250 mayores.
“Me apunté a Adopta Un Abuelo porque te lo pasas bien, y cuando terminas tienes buena sensación de que has hecho algo bueno y encima has disfrutado”